12 feb 2013

Entroido en mi equipo

Última propuesta de Mendes
Sin paciencia. Quedará para la memoria deportivista la renuncia del Papa en la misma fecha que la definitiva de Domingos Paciência, previo amago torpemente gestionado por el club el sábado pasado, tras tan sólo 40 días en el cargo. Casualidades de la vida o designios divinos, idéntica duración a la de la Cuaresma Cristiana en esta particular penitencia de despropósitos en la que se ha convertido la temporada del recién reconquistado "Sentimiento de Primera", con la agravante de que seguramente hará falta más de un milagro para conseguir la permanencia, que en el caso que nos ocupa incluye no sólo la deportiva. En la espantada del portugués, porque hay que llamar a las cosas por su nombre, hubo poco de su apellido y mucho de cobardía. Durante la rueda de prensa posterior al enésimo partido horrible del equipo, en el que por poner un detalle no salió del banquillo a corregir ni uno de los innumerables errores ni una sola vez, Paciência probó primero con la sutileza de poner su cargo a disposición del club, que por algo había cámaras delante. Pero como en Coruña no hay dinero ni para pipas y era absolutamente inviable un segundo finiquito a otro entrenador esta temporada, nadie de la directiva -esto es, Lendoiro- picó el anzuelo. Fue entonces cuando no tuvo más remedio que reunirse en privado poco después, por supuesto ya sin los medios presentes y con sumo secretismo, para reconocer que le había salido mal el farol y que lo que quería era rescindir el contrato y largarse de allí cuanto antes. De ahí viene lo de ese encuentro con los capitanes -que siempre han contado mucho para este tipo de decisiones, como bien sabe Oltra-, en donde todos le querían mucho y las clásicas trolas de siempre. Sólo con imaginarme la intervención de Valerón en ese contexto, que dice exactamente lo mismo de todos sus entrenadores, ya me da la risa. Muy surrealista todo, propio del ambiente de Entroido en el que se desarrollaron los hechos, que terminaron con el joven técnico sin volver a dar la cara, no fuera a ser que alguien le preguntara sobre su súbito cambio de parecer o directamente por si sabía dónde se había metido al firmar en diciembre.

Poco compromiso. Su sustituto en el cargo será Fernando Vázquez. El profesor de Castrofeito vuelve al fútbol tras seis años de ausencia para entrenar al equipo de sus amores, el mismo que nunca se había interesado por él. Dadas las circunstancias, parece una apuesta coherente sin nada que perder; la salida más lógica que tenía disponible Jorge Mendes, amo y señor de la entidad. Si al menos es capaz de imprimir al resto del grupo el mismo carácter que Bergantiños vacía en el campo, se habrá conseguido recuperar para la causa a la maltratada afición, muy harta de las actitudes -con c- de algunos jugadores, todo un secreto a voces a estas alturas y precisamente donde radica el principal problema de esta plantilla de chiste. Los datos a los que se enfrenta Vázquez son absolutamente descorazonadores. Aparte de la falta de nivel para jugar en Primera de muchos de sus futbolistas, por edad o calidad -o ambas cosas-, más los meses que se acumulan ya sin cobrar un duro; el 75% de los de los que integran el primer equipo acaban contrato el 30 de junio con pocas o nulas perspectivas de continuidad. Y de los que se van a marchar, sólo el chupón de Pizzi parece interesado en hacerlo bien para que le repesque el Atlético de Simeone. El resto, con carreras difíciles de relanzar, viven desenganchados hasta que Mendes consiga colársela de nuevo a otros clubes en similares urgencias a las del Deportivo. Así las cosas, no puede sorprender a nadie la poca implicación del equipo cada vez que algo se tuerce. En busca de la necesaria identidad perdida y del amor propio que tanta falta hacen y que su experiencia y psicología podrían traer, de verdad que le deseo mucha suerte a Fernando. Con descenso y medio en febrero, la va a necesitar. 

Pañolada en Riazor. En el reparto de responsabilidades de la actual situación sería injusto olvidarse de Lendoiro, el verdadero artífice de la ruina económica e institucional que impera desde hace muchos años. La noche de la debacle contra el Granada, la afición de Riazor por fin tuvo un acto de madurez al darse cuenta de que animar al equipo no está reñido con manifestar críticas al palco. No recuerdo pitada y pañolada en el estadio al presidente profesional desde que tengo uso de razón. Su gestión lamentable daría para una serie entera de posts, pero por mi falta de tiempo prefiero reservarme para futuros acontecimientos. A ver si entre tanto La Voz de Galicia, ese periódico tan particular, se digna en dar a conocer más datos de verdad interesantes acerca de sus trapicheos en lugar de minucias como ésta. En especial ahora que la ley concursal va a suministrar de filtraciones por un tubo al diario. Porque en el fondo es Lendoiro el que con sus artes y su propaganda siempre ha sabido desviar la atención mientras el Deportivo de La Coruña se iba muriendo poco a poco a su costa, que nadie se olvide de ello.

5 feb 2013

Algo huele a podrido en el fútbol

Más presión, que no se desinfle
RSOC. El mundo, de forma singular España, vive tiempos de corrupción para el escándalo, toda una época de mierda y podredumbre que nos marcará como generación. El deporte de alta competición ya ha dado innumerables muestras de ese hedor, pero faltaba más ahínco en los medios para salpicar con la misma porquería al sospechoso que siempre se escapaba de rositas: el fútbol. Pues bien, a tenor de los últimos acontecimientos parece que se ha dado un tímido primer paso en este sentido. Al hilo de la vergüenza de juicio sobre la Operación Puerto, que recordemos que se realiza siete años después de los hechos, que tiene traca, la atención se ha puesto ahora sobre la abreviatura con la que Eufemiano Fuentes, ese auténtico médico dopador que sigue ejerciendo mientras se ríe de todos, alude a la Real Sociedad. Y eso mientras todavía algunos braman ofendidos que "Rsoc" se pueda relacionar en modo alguno con el club de San Sebastián. Rsoc, que manda narices. 
  Según publica hoy El País, el mismo de los papeles de Bárcenas, los documentos de Fuentes comprometen a la institución con la supuesta compra de materiales dopantes en dinero B, tan de moda últimamente, y relacionan esas prácticas de forma directa con el que fuera su presidente durante la mayoría de esos años: "Asti" o Astiazarán. El mismo que está al frente de la LFP, para que seamos todos conscientes de cómo están las cosas. Y ojito porque en esas anotaciones aparece el nombre "Milan", que seguro que no tiene nada que ver con cierto equipo italiano de prestigio. La noticia, que ya se había insinuado en el pasado con el boom de la OP, la reactivó el AS ayer con esta entrevista en exclusiva a Iñaki Badiola, otro Manzano de la vida, que presidió la Real en 2008. Según lo que recoge el periódico, durante seis años el club donostiarra presuntamente compró esos materiales dopantes a Fuentes, a saber con qué fines. Curiosamente dentro de ese periodo, en la temporada 2002/03, estuvo a punto de ganar la Liga para luego terminar bajando a Segunda años más tarde, que tiene su gracia. Pero un dato interesante es que en esa campaña sobresaliente de la Real había jugadores en la plantilla como Xabi Alonso, cuyo papel activo en nuestra querida Selección y lo que ello podría conllevar seguro que ya no nos produce tanta risa. En fin, sigamos mirando para otro lado en vez de exigir más pruebas que involucren a los futbolistas igual que se hace con los ciclistas, que seguro que no las hay. Por cierto, un saludo a Gurpegui! 

Enamorados de Qatar. Nuestra querida Selección, a propósito, se encuentra estos días en el emirato de Qatar, que según la revista France Football compró votos para organizar el Mundial en 2022. Atención también a esta otra noticia con fecha el martes pasado porque tiene su aquel. Resulta que para el apaño se reúnen entre otros a cenar -o almorzar, ya que más da el periodismo de rigor- el príncipe Al-Thani con su comitiva real, el presidente francés de la UEFA, Michel Platini, y de anfitrión... Nicolas Sarkozy! Un amaño meramente relativo a los juegos del fútbol como tantos otros de la FIFA-UEFA, pero, y aquí radica la novedad; propiciado, organizado y comandado por el mismísimo presidente de la República Francesa de esos momentos. Y nada menos que en el Palacio del Elíseo! Toma ya. El gobierno francés interesado en una Copa del Mundo de fútbol que se había de disputar 12 años más tarde, por qué? Pues según las informaciones debido a la caña que Canal+ Francia le solía meter al acomplejado président cada dos por tres, una explicación del todo insuficiente. Si bien es cierto que las consecuencias inmediatas tras la consumación del pucherazo fueron la compra por parte de los qataríes del París Saint-Germain -al que siguen llenando de estrellitas- y de los derechos televisivos de la Ligue 1 usando su propia cadena, también sabemos que a Sarkozy le interesaban más cosas aparte de revitalizar al equipo de sus amores, concretamente en torno a la guerra de Libia. Servicios prestados a cambio de un chanchullo menor y lo que a buen seguro quedará por llegar. 
  Como en los mejores cines, un escándalo notable de dimensiones internacionales al que se le ha dado poca cobertura, empezando por la lamentable prensa deportiva patria, que no ha querido indagar más en el hecho de que la RFEF hubiese dado su apoyo a la candidatura del golfo Pérsico ni a qué precio. Más allá de la pachanga amistosa de mañana, a saber qué estará tramando Villar por Doha. Supongo que debe ser un buen lugar para hacer negocios como bien conoce su amigo Rosell, otro pájaro sobre el que no se ha profundizado nada de nada. Ay, Qatar. Su petróleo de repente maneja el cotarro de la FIFA, incluyendo finales de mundialitos en los que resulta que, oh casualidad, ganan equipos que luego pasan a patrocinan sus insignias por el mundo.

Apuestas ilegales. Todo este nauseabundo material queda redondeado por otro pelotazo informativo filtrado a la prensa curiosamente también durante el día de ayer. Europol destapa una red de apuestas ilegales que afecta a 380 partidos, incluyendo la Liga de Campeones. Sólo por aclarar, competición a cargo de la UEFA, dirigida por Monsieur Michel, el del anteriormente citado "Qatargate". Tremendas las conexiones maliciosas que se pueden establecer. Que había por ahí escándalos de encuentros amañados ya se sabía desde hace años -otro saludo a los seguidores de la Juventus!-, pero que su asqueroso olor se rebozaba a ese nivel continental con tanta sofisticación y propagación es otra guinda más al desagradable pastel de la corrupción presente en este deporte de masas. Un deporte que además empieza a desprender un peligroso aroma a dopaje.